Una frase que suele describir a las nuevas comunidades en el futuro es “las ciudades inteligentes estarán al servicio de sus habitantes”. Y de hecho ya existen miles de aplicaciones que permiten conocer lo que opinan y expresan los habitantes de cierto poblado. Pero ¿qué tan cerca estamos en Zibatá de lograrlo?
Justo hace unos días fuimos invitados como parte de la Red Ciudadana a visitar las instalaciones del C4i, un sistema de seguridad ciudadana que realiza cuatro funciones: comando, control, comunicación, cómputo e inteligencia. Esta plataforma a manos de la Secretaría de Seguridad del Municipio es una de las más modernas y equipadas con lo último en tecnología.
Nos mostraron cómo la sala de monitoreo y sus cámaras son capaces de vigilar a kilómetros de distancia sin necesidad de tener elementos de seguridad de manera presencial. Además cuentan con personal que está atento a las llamadas del 911. De esta manera, apenas entra la denuncia a este número, se involucra de inmediato a las unidades móviles para atender al ciudadano. Un sistema verdaderamente impresionante.
Sin embargo, unos días después de ello nuevamente nos enteramos de que asaltaron una tienda cercana a la zona. ¿Qué falló entonces? No lo sabemos con certeza. Pero de lo que sí estamos seguros es de que la seguridad no depende de un monitor, de la tecnología o de las circunstancias. Depende de nosotros mismos y de nuestra capacidad para colaborar con los demás, ya sean las autoridades, los demás vecinos o las inmobiliarias. Si en conjunto proponemos y llevamos a cabo nuevas ideas o alternativas para combatirla podremos asegurar un mejor futuro para nuestras familias.
Según el Banco Interamericano de Comercio, existen 3 maneras para poder colaborar armoniosamente en un grupo:
1. Construir soluciones creativas entre todos: se suele pensar que al trabajar con otras personas lo importante es cumplir nuestros objetivos y dejar de lado los deseos de los demás. Sin embargo, esta actitud lejos de ayudar impide la empatía y el diálogo. De ahí el valor de llegar a acuerdos donde se consideren las opiniones de todos.
2. Separar los problemas de las personas: ¿Un vecino votó en contra de tu propuesta? No lo tomes como algo personal, quizá escuchó otra alternativa que cumplía de una mejor manera sus necesidades. Los problemas son para solucionarse y no para ser origen de disgustos o malentendidos.
3. Empatía y comprensión: entender al otro no es lo mismo que estar de acuerdo, pero eso permite comprender las razones de los demás y estar abierto a nuevas ideas o propuestas.
Trabajar en conjunto con los diferentes grupos que integran nuestra comunidad no solo ayudará a solucionar una situación que afecta de manera directa a los que vivimos en Zibatá. También demostrará nuestra disponibilidad para participar y actuar en beneficio de la colonia. Es ahí cuando verdaderamente podemos hablar de una “ciudad inteligente”, aquella en la que no solo se escuchan quejas y problemas, sino también existe el trabajo en equipo.
Por un Zibatá de orden y respeto, mejoremos nuestro nivel de conciencia.
¡Comparte, por el bien común en Zibatá!