Una de las expresiones en las que la Red Ciudadana hace hincapié en sus sesiones informativas y charlas vecinales es la de “no pretender ser el único colectivo de representación vecinal en Zibatá”. Absurdo sería pretenderlo, cuando la diversidad se ha impuesto como una de las características propias de estos tiempos.
La Red Ciudadana de la colonia Zibatá es consciente de que la representatividad no puede imponerse, sino ganarse con base en esfuerzos diversos; por ello, ha venido trabajando en diversas acciones desde el año 2019, practicando con hechos lo que argumenta con palabras.
Al final de sus sesiones informativas, una vez que explica a los asistentes su razón de ser, su misión, sus objetivos, sus estatutos y lo que ha venido haciendo en el tiempo, la Red Ciudadana pregunta a sus asistentes si lo escuchado les hace sentido, si están de acuerdo con la perspectiva planteada, si vibran en la misma frecuencia, y para aquellos que asienten, se les extiende invitación a expresar su voluntad de ser representados por ella, a través de una carta de adhesión. Quienes han asistido a una de estas sesiones pueden atestiguar que la invitación a adherirse es absolutamente libre, sin presión ni compromiso de ningún tipo, y que jamás se les ha pedido el INE, como alguien se atrevió a asegurar en redes sociales. Cuando alguien pregunta a los comisionados de la Red Ciudadana, cuántas personas la conforman, la respuesta es el número de adherentes al momento.
¿Cómo podría la Red Ciudadana mantener informados a sus seguidores, si no proporcionan su nombre y correo electrónico al menos? ¿Cómo podría saber la Red Ciudadana cuántos son los residentes que sí desean ser representados por ella? ¿Cómo podría la Red Ciudadana saber quiénes quieren recibir información de su parte? Es obvio que se requiere un registro.
Es perfectamente comprensible que haya residentes que no vibren en la misma frecuencia de la Red Ciudadana, y que deseen buscar representación u organización vecinal por otros medios; es absolutamente respetable que haya quienes no estén de acuerdo en las formas empleadas por la Red Ciudadana, y prefiera otras. En este ámbito democrático en el que pretendemos vivir los mexicanos, se vale disentir y se vale tomar otras rutas; lo que no se vale es juzgar y criticar sin conocimiento de causa, o desinformando con la mala intención de desvirtuar o desprestigiar, tan solo porque la Red Ciudadana represente un obstáculo para algunos intereses personales.
La Red Ciudadana es, en primera instancia, un observatorio ciudadano desde el cual se alerta la presencia de algún riesgo; y los principales riesgos, tal como lo hemos venido señalando en nuestras sesiones informativas, son la división comunitaria, la apatía vecinal, la indiferencia a la necesidad organizativa, la falta de atención y alertamiento, la falta de conciencia y responsabilidad para con los otros. Cuando una comunidad no está en guardia, el oportunismo hace su arribo, y es, a ese oportunismo precisamente, al que le estorban las acciones de observancia y alertamiento.
No perdamos de vista que Zibatá es un mercado muy interesante tanto desde el punto de vista comercial como político, y siempre habrá alguna entidad interesada en dividirnos, desinformarnos o confundirnos, para sacar provecho a su favor. Si el mensaje de ataque a la Red Ciudadana viene en ese sentido, reflexiona… ¿Acaso los objetivos que la Red Ciudadana persigue te hacen daño en lo personal? ¿En qué te afecta el que haya una entidad que invite al orden, al respeto, a la organización, al consenso, al diálogo, a la mesura, a la información veraz?
Quizá puedas no querer colaborar en la Red Ciudadana; quizá puedas no querer ser representado por la Red Ciudadana, pero si eres un ciudadano consciente y responsable, dudo que no quieras lo mismo que la Red Ciudadana quiere para los residentes de Zibatá.
Ciertamente, la Red Ciudadana tiene muchas áreas de oportunidad, porque sus comisionados colaboran de manera voluntaria, además de atender trabajos y familias. Es obvio que no puedan dedicar el cien por ciento de su tiempo, ni tampoco aportar todos los recursos requeridos, pero hacen esfuerzos en beneficio de la comunidad zibatense, que muchos harían si -y sólo si- les pagaran.
Sin duda, se requieren manos, talentos, voluntades y el tiempo de mucha gente, por lo que la Red Ciudadana ha venido invitando a los residentes a participar, colaborar e involucrarse con propuestas y trabajo. El trabajo de dos generaciones de residentes está plasmado en la fundamentación y estructuración de la Red Ciudadana hasta el momento, y se empieza a formar la tercera generación que, sin duda, aportará nuevas estrategias y mejoras.
Si tú tienes tiempo y talento que aportar, súmate al esfuerzo y sé parte de la construcción y organización comunitaria. No te dejes confundir, en la Red Ciudadana, hay un lugar para ti.
¡Comparte, por el bien común en Zibatá!